Me relaja.
Sí, mis tontas poesías
a veces casi infantiles
me relajan.
Pero no siempre son tontas,
otras veces son tristes,
da igual
me relajan igual.
Pasear me relaja,
tener gente a mi alrededor
a la que estoy unida
por afectos a veces también
pero creo que lo que más
me relaja es el sonido
del Mar.